Tenemos memoria, tenemos un baúl de recuerdos, mil fotos desenfocadas.
Tenemos los trenes, andenes sin pernos, un billete para el fin del mundo.
Tenemos la duda, la fe pérdida, los diez mandamientos.
Tenemos moteles, garitos de moteros, chicas de la curva.
Tenemos hospitales, baños a oscuras, amores que matan y no mueren.
Tenemos silencio, réquiem, razones para ser una sin razón.
Tenemos Venecia, tenemos Praga, la ciudad eterna muerta la de las luces apagada.
Tenemos cenizas de revoluciones,
zapatos con piedras dentro, jirones de banderas de colores.
Tenemos un presente corrompido, un pasado vendido, un futuro al mejor postor.
Tenemos deseo en la boca, lujuria en la lengua, telarañas en el bastidor.
Tenemos cinismo, cábalas sin números primos, sarna al por mayor.
Tenemos los pies de barro, ceniza en el marcador, sangre en la acera.
Más de mil palabras en esta lengua de Cervantes,
más de cien motivos para alejarme,
Para cortarme de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras para que valga la pena este escrito...
Tenemos los acantilados de Moher,
Los bostezo del ocaso, un silencio en carne viva.
Tenemos veneno y sed, alma de piratas, cuerpo de enano de circo.
Tenemos un alma cien veces maldita, una moneda de bronce, un dilema de cojones.
Tenemos un techo de mil estrellas,
Tenemos la niebla metida en los huesos,
Tenemos la necesidad de destruimos amandonos, tenemos esas ganas de abandonarnos.
Tenemos nubes de verano, etiquetas para encasillarnos, tres pies para un gato disecado.
Tenemos pistolas, palabras rotas, deudas de sangre de silicona.
Qué importa, lo siento, hasta siempre, te quiero.
Ya ves solo palabras que matan amores infestados de ti.
Más de cien mentiras dichas a los ojos.
Más de mil palabras en esta lengua de Cervantes,
más de cien motivos para alejarme,
Para cortarme de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras para que valga la pena este escrito...
Tenemos el pan y los peces,
Tenemos la biblia y los charlatanes.
Tenemos naufragios, salitre de mar,
Islotes varados en la pleamar.
Tenemos profetas, vendedores de enciclopedias, testigos de un dios menor.
Tenemos leyes, masacres en nombre de algo más grande, la noche más oscura, los días de lluvia.
Tenemos proyectos que se marchitaron,
Una infancia pérdida queriendo ser mayor.
Historias de novias que nos olvidaron,
Aunque nosotros no recordamos cuando,
Tenemos un sueño y mil pesadillas
Y un alma en oferta que nunca vendimos.
Tenemos un cruce de caminos
que nunca nos llevó a Roma,
Tenemos tiempo perdido, en el fondo de un cenicero.
Más de cien mentiras dichas a los ojos.
Más de mil palabras en esta lengua de Cervantes,
más de cien motivos para alejarme,
Para cortarme de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras para que valga la pena este escrito...
