un día cualquiera, una frase cualquiera

Falso collar de lunas
Que aullan a licantropos dormidos
Ásperas lenguas muertas
Que ya no hablan de amor
Ser invisible
En ese rincón donde todos te miran
Como a un maniquí
En un día de saldos.

La apuesta final
La vida pérdida
En una maleta de piel marrón
Vacía de poemas y polaroids de tu recuerdo
Charcos de mares helados
Lluvia de cristales en las pupilas
En los ojos mojados
En las miradas cerradas
Por aviso de derribo.

Silencio
Ven hacia mi
Como ayer
Abrázame como un erizo
Aquí en América
Desierto de fuego y luz.

Aviones que no despegan
Porque no estas tu
Tráfico varado en la pleamar
En los arcenes tirados por la cuneta
En los andenes sin despedidas
En las vidas de segunda mano
En las gastadas hojas del calendario
De días olvidados
De vidas fingidas.

Pasos en la noche
Faroles de feria
Tenue es la despedida
Si no alumbran la guía
La noria inquieta
Quieta la alegría
Detenido por cobarde
Este corazón malherido
Condenado a muerte
En el sumidero de tu corazón.

Calor
Sal de aquí
De mi
Como lo hiciste aquella noche
Aquí en Madrid
Donde no soy yo.

Desidia en estas manos
Que ya no hablan
No acarician más palabras
He olvidado el alfabeto
La serigrafia de tus labios
La piedra de una vida
Aplastada en los zapatos
Ajados por el desuso.

Ente de luz
Que disparas las miradas
Que demuestras teorías avanzadas
Caramelos de colores en tus escapadas
Obitos de sueños alejados
En un mar sin coral
En un anillo sin altar
En una fe sin credo.

Es miércoles
La nieve cae
Y sin embargo te quiero...



Frío
Siempre presente
Cobijado en mi
Desde antes de tener conciencia
Aquí en África
Donde no estas tu.

Un día cualquiera, una frase cualquiera
Un segundo plano en el reloj
Aquí en Asia
Donde no se que fue de ti
Donde no recuerdo porque te ame...